jueves, 5 de mayo de 2011

Feelings & food.

Cuando tomaba cocina oriental, en alguna ocasión, leí acerca de la relación entre el estado de animo de las personas y la sazón, para los monjes budistas el estado de animo de las personas está directamente ligado a el resultado final al elaborar un platillo. Un ejemplo, un tanto drástico, si estoy triste o enojada tal vez mi comida sea condimentada de más, o por el contrario sea desabrida. En todo caso, agradezco que en mi el efecto no sea tan notorio, porque de lo contrario mis platillos de éstos días hubiesen sido pésimos.

Una de las razones por las que me apasiona tanto la gastronomía es debido a que para mi, ofrecer alimentos al comensal va más allá de la satisfacción del hambre, al elaborar un platillo compartes una parte de ti al comensal, como digo yo: "lleva un pedacito de tu corazón". Y esa es una de las razones por las cuales prefiero la atención personalizada a la masiva.

Ahora hablar de la comida como el momento de reunión de una familia, momento de meditación, ¿qué tal su día?, consejos, bromas y amor trasmitido, además, por medio de los alimentos que han sido preparados con tanto esmero por la madre u otro miembro de la familia. Momento que amenaza con desaparecer por un estilo de vida que nuestra estructura económica y social nos ha obligado a seguir.

Pasta horneada con salsa de chocolate blanco y frutos rojos
"El amor entra por los ojos", "la primera impresión nunca se olvida", por ello la importancia del montaje de los platos. Estilos hay muchos y variados; cargados, sencillos, los exóticos, aquellos exagerados y otros muy minimalistas. Considero que la manera en que se monta un plato se relaciona directamente con la personalidad de las personas, otras veces se determina o tiene tintes de lo que se ha aprendido de otros, por ejemplo de los chefs instructores. Lo mío suelen ser platos sencillos, limpios, minimalistas, coloridos, amo los germinados, flores y otros micro green para dar vista y altura. El punto está en saber encontrar un equilibrio entre garnish, guarnición, salsas y saber resaltar aquel que es el ingrediente principal.

Pero la vista no es el único sentido que interviene, los alimentos a través del gusto son capaces de transportarnos a través de los recuerdos, de los países, de las culturas. Son capaces de modificar nuestro estado de ánimo. Nos acompañan en los mejores y peores momentos de nuestra vida y además, sacian nuestra hambre. Podemos dejar de fumar, de beber, dejar el facebook y a la persona amada; pero jamás dejar de comer.

Es todo por ésta vez, un placer!

Besos y buen provecho!